EL MERCADO DE COJUTE
Los mercados municipales de “cocinas”, de carnes, denominado “María Antonia Mejía”, de “ropa” y de “jarcia” o “la bodeguita”, son cuatro edificios que por su cercanía, se podía entrar y salir en breve tiempo de cualquiera de ellos, bastaba pasarse la calle, tenían entradas y salidas en todos los rumbos...
En fines de semana y para temporadas de fiesta llegaba gente de los cantones a comprar estrenos, regalos, zapatos, cortes de telas, vestidos de quinceañeras, bandas para las madrinas de jaripeos y mudadas es decir el conjunto de pantalón y camisa.
Las
farmacias eran grandes, tenían mostradores y estantes con gavetas de todos
tamaños, botellas, garrafones claros y oscuros, esencias, alcanfor, vino
cordial… vendían toda suerte de medicamentos, preparaban fórmulas con las
recetas del doctor, pomadas, ungüentos, jarabes… eran pequeños laboratorios. En
la entrada estaban las básculas niqueladas con espejos, se les insertaban
monedas y se activaban para dar el peso corporal; los dispensadores de chicles
estaban a un lado, los niños metían monedas, giraban la manecilla y además se
venían anillitos con piedritas de colores.
Fragmento del Libro Entre Niebla Cojutepecana, el cual puede adquirir en el siguiente sitio:
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Correo electrónico: patricia.echegoyenr@gmail.com
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